Se va el 2020. Se va un año que no olvidaremos fácilmente. Todos hemos tenido que adaptarnos a vivir una nueva "normalidad", que en definitiva es nuestra nueva "realidad".
Se va un año que trajo muchos sinsabores. Algunos de nosotros hemos perdido afectos en el camino; tuvimos que aprender a trabajar "desde casa", con todo lo que ello implica. No fue fácil, al contrario, fue duro, pero sin embargo, creo que hemos salido adelante -con esfuerzo- más enteros y fortalecidos.
Como miembros del mercado asegurador tuvimos que afrontar diferentes obstáculos. Adaptarnos a lo que estaba sucediendo ahí afuera, para seguir brindando un servicio de alta calidad y con profesionalismo a nuestros clientes. Debimos aprender nuevas formas de hacer las cosas, de comunicarnos, de estar presentes... y creo que lo hemos logrado, juntos, trabajando como un verdadero equipo.
Con el diario del lunes entiendo terminó siendo beneficioso, porque terminamos acercándonos más que antes, y siempre dando lo mejor para que los asegurados se sintieran acompañados en tan difícil momento.
¡Y lo hemos logrado juntos!
Gracias, gracias, gracias: por estar, por el esfuerzo, y por acompañarnos, y ya con el 2021 a la vuelta de la esquina, planifiquemos el futuro que está por venir con la misma vocación, con las mismas ganas, y seguramente pronto y Dios mediante, podamos volver a vernos a la antigua.